Esta encantadora iglesia parroquial, diseñada por el arquitecto James Gibbs y terminada en 1726, presenta una deliciosa combinación de estilos neoclásico y barroco. Su impresionante arquitectura sirvió de modelo para la construcción de muchas iglesias de madera en Nueva Inglaterra, Estados Unidos. La iglesia es famosa por sus conciertos de música clásica, a menudo a la luz de las velas con entradas que cuestan entre 9 y 32, así como por sus fuertes conexiones con la comunidad china: los servicios se llevan a cabo en inglés, mandarín y cantonés. La iglesia también ocupa un lugar especial en los corazones de la Familia Real.