La popularidad de la serie de televisión Sherlock ha dado un impulso a las clásicas novelas de detectives de Arthur Conan Doyle. Los fanáticos de los libros acuden en masa al lugar para explorar los tres pisos de estilo victoriano, que normalmente se pueden recorrer en unos 30 minutos. Sin embargo, las largas colas y el alto costo de la entrada hacen que muchos visitantes opten por no participar en la experiencia y, en cambio, elijan pasar su tiempo en la tienda de regalos o tomarse una foto con el guardián de la puerta disfrazado.