Esta combinación única de un aula de escuela victoriana simulada y una cocina y un museo del East End recreados tiene un encanto que captura tanto a adultos como a niños. Los domingos, los visitantes pueden experimentar lo que hubiera sido asistir a esta escuela, que cerró en 1908. Con bancos de madera dura, pupitres, pizarras, tiza, tinteros y ábacos, y una señora de la escuela vestida con el tradicional atuendo victoriano, los alumnos puede aprender a leer, escribir y hacer aritmética.